El adiós a una apasionada de la salud

El miércoles 22 de abril, no sólo la Enfermería de San Juan sino y especialmente toda la comunidad de la Universidad Católica de Cuyo, lamentan y sienten un profundo vacío por la pérdida material de la Lic. Sonia Nelly Caballero.

Docente ejemplar, sencilla y culta, profesional visionaria sin ninguna presunción, de inteligencia lúcida y segura, de gran sensibilidad, honestidad sin mancha, de interés genuino por el ser humano, por enseñar y formar discípulos con valores humanísticos y cristianos. Dejó sembrado en la Universidad muchos enfermeros que recibieron y vivieron sus sabias enseñanzas, una escuela de vida, escuela en donde dominó el profesionalismo y el amor.

Su culto por el trabajo, su dedicación a servir a los más necesitados le abrió las puertas y le ofreció las oportunidades que hicieron de ella una personalidad excepcional.

Sus colaboradores y alumnos se compenetraron de esa visión integral de la salud y la educación.

Datos de su vida profesional

Tratar de resumir su vida académica y de gestión en breves líneas sería labor imposible, ya que fue fecunda por su destacada trayectoria. Simplemente destacaremos que la Lic. Sonia Nelly Caballero fue una enfermera que se desempeñó como docente y autoridad durante más de 20 años en la Escuela Universitaria de Enfermería de la Universidad Católica de Cuyo.

Llegó a la Dirección de la Escuela, a partir del año 1981 donde se dictaba únicamente la carrera de Enfermería Universitaria.

Fue una de las más notorias luchadoras, junto con un grupo de colegas, en incorporar en la ley del Ejercicio Profesional de los Servicios de Salud a las enfermeras universitarias,  antes de implementar la carrera de Licenciatura en Enfermería.

En 1982, posibilitó que se dictara a distancia para los enfermeros de la UCCuyo la Licenciatura en Enfermería, con profesionales de la Universidad Nacional de Rosario. Posteriormente, en 1991, inicia la carrera de Instrumentación Quirúrgica.

Dado el avance académico de la Escuela, las autoridades universitarias crean la Facultad de Ciencias de la Salud, siendo su primera decana.

Más adelante se dictarían las licenciaturas en Nutrición y en Kinesiologia y Fisioterapia.

Durante su gestión se dio un gran impulso a la profesionalización de los Auxiliares de Enfermería  a distancia, la que fue extendida a todo Cuyo ya que contaba con alumnas de Mendoza y San Luis.

Orientó a sus docentes a realizar en la universidad el Profesorado en Docencia Universitaria.

Organizó la Licenciatura en Enfermería que fue dictada en el departamento de Jáchal, de donde egresaron promociones de profesionales de ese departamento norteño.

Participó en la implementación de la Licenciatura de Enfermería en la sede San Luis de esta Universidad.

En su afán de capacitación para sus colegas enfermeros, implementó la primer Maestría en Administración de los Servicios de Enfermería por convenio con la Universidad Nacional de Rosario, desarrollándose con clases presenciales en Rosario y en San Juan y el uso de video conferencias.

Escribió numerosos trabajos científicos que fueron publicados por la Revista Cuadernos de la Universidad Católica de Cuyo y del que se nutrieron numerosas promociones de enfermeros.

Instaló en la Facultad el programa PALTEX de la Organización Mundial de la Salud.

Autora de varios libros de su especialidad entre los que se encuentra el Manual de Primeros Auxilios, muy utilizado en las Asambleas Nacionales de Acción Católica.

Con el cambio de nombre de la unidad académica en Facultad de Ciencias Médicas por la apertura de la carrera de Medicina, ocupó el cargo de vicedecana de esta unidad, en la gestión del Dr. Arturo Arabel.

Su pasión por la profesión hizo que siempre estuviera en su deseo hacer destacar el nivel académico y científico de sus egresados por ello, previo convenio internacional con la Orden de San Camilo de Lelis (Hospital San Pío X) de Italia, logró que becaran a 40 egresados de la UCCuyo  durante 2 años, para realizar atención de enfermería en los hospitales de esa orden religiosa, en Roma y Milán.

Finalmente permaneció al frente de la dirección de la Escuela de Enfermería, que la tuvo como exponente máximo de su crecimiento, hasta su retiro definitivo.

En la provincia fue supervisora de Enfermería en el Servicio de Cardiología y, posteriormente, jefa del Departamento de Enfermería del Hospital Dr. Guillermo Rawson.

Se destacó siempre por una gestión dinámica, ocupada y preocupada por resaltar el nivel jerárquico de la enfermería, su actualización y desempeño acorde a las necesidades crecientes y cambiantes de los servicios de salud.

Su inquietud la llevó a organizar la primera Asociación Científica de la provincia, cuya denominación por muchos años fue Asociación de Enfermeras Universitarias de San Juan, de la que fue su presidente y miembro honorario. Ya en el orden nacional fue presidente de la Federación Argentina de Enfermería con sede en Capital Federal y presidente de la Asociación de Escuelas Universitarias de Enfermería, con sede en Córdoba lo que le permitió entablar relaciones profesionales y académicas, de docencia e investigación con los profesionales de diversas universidades del país como Córdoba, Rosario, Buenos Aires, Mendoza y San Luis.

 

Reconocimiento por su labor y trayectoria

La Lic. Sonia Nelly Caballero fue una persona comprometida de corazón, con esta Universidad. Marcó el camino de la Enfermeria Universitaria y luchó por el reconocimiento de esta profesión en el ámbito de la salud pública.

Durante su permanencia en esta casa de estudios formó promociones de enfermeras que se destacaron por su profesionalismo y, sobre todo, por su formación humana y cristiana.

Una de sus discípulas, la Lic. Nora Herrero de Marinero, también directora de la Escuela de Enfermería en período posterior, la recordó con “palabras de gratitud por su capacidad para inspirar en sus graduados y colegas altos niveles de superación, subrayando siempre un modelo de enfermería basado en ciencia y arte en un óptimo nivel de excelencia. Sin duda, fue una profesional que se brindó por entero dejando una huella de reconocimiento por su labor y trayectoria”.

Su obra y ejemplo serán siempre una inspiración en la vida de muchos profesionales que la trataron, porque se ganó el respeto y el cariño de muchos de los que hoy la recuerdan.

Su "vida" y "obra" no terminan, sino que se continúan y quedarán marcadas en su querida Universidad Católica de Cuyo, en la enfermería de la provincia y del país, del hoy y del mañana.