Científicos de UCCuyo estudian las consecuencias psicológicas de la guerra

Investigadores de la Universidad Católica de Cuyo y del Conicet participaron de un estudio internacional que indaga en las consecuencias psicológicas de la guerra en Ucrania. Los resultados de esta investigación, coordinada por la Universidad de Münster, Alemania, fueron publicados recientemente en Nature Communications, una de las diez mejores revistas científicas del mundo.

El estallido de la guerra en Ucrania produjo un impacto en el bienestar psicológico de las personas a nivel mundial, independientemente de su edad, género, opiniones políticas, entre otras características. Sin embargo, los rasgos de personalidad cumplieron un papel decisivo en la cuestión de la recuperación desde este shock emocional. Estos son los resultados de un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores encabezado por los psicólogos Julian Scharbert y Dr. Mitja Back de la Universidad de Münster con la colaboración del Dr. Franco Bastias y Lic. Dayana Amante, investigadores de la Universidad Católica de Cuyo y del Conicet.

Comienzo de los trabajos

"En el año 2021, junto a la doctora Lic. Dayana Amante, comenzamos a trabajar con psicólogos de la Universidad de Münster, en Alemania, en un proyecto recién adjudicado, financiado por la Sociedad Alemana de Investigación", comenta el Dr. Franco Bastias. "El proyecto tenía un método de recolección novedoso que llamó mi atención, en donde los participantes del estudio debían llevar un diario de pensamientos, comportamientos y sentimientos durante dos meses. Esto es, todos los días, hasta 5 veces al día, los participantes contestaban a través de pequeñas encuestas cómo se sentían, qué pensaban y qué habían hecho en la jornada. El objetivo era estudiar los mecanismos de afrontamiento de las personas frente al covid y sus estados de ánimo, pero claramente no sabíamos lo que le esperaba al mundo cuando comenzamos nuestra recolección de datos.

Recolección de datos

La recolección de datos comenzó el 24 de enero de 2022 y se extendió hasta el 27 de marzo. En esta tarea participaron 1.300 personas de 17 países. No obstante, justo cuando estábamos en la mitad del estudio, el 24 de febrero, se produjo la invasión Rusa a Ucrania. Entonces, en un evento único e irrepetible, registramos con la precisión y detalle que permite este método, cómo el estallido de la guerra generó una variación abrupta en el bienestar de los participantes. Además, esto nos permitió observar la evolución de los estados de ánimo que los entrevistados vivieron día a día durante estas semanas, en cada una de las batallas posteriores que tuvieron lugar, y pudimos hacer un seguimiento de cómo personas con diferentes personalidades afrontaban y lidiaban con el evento disruptivo de la guerra.

Principales resultados del estudio

Entre otros resultados, pudimos concluir que:

* La guerra en Ucrania condujo a nivel internacional a una caída colectiva en la sensación de bienestar de las personas, sin embargo, los rasgos de personalidad individuales jugaron un papel decisivo en la recuperación del shock emocional de los primeros días.

* En los participantes europeos, el estrés mental colectivo fue mayor que el provocado frente a las primeras restricciones debido al covid en 2020 y que por la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011.

* En el período estudiado, los europeos tenían una sensación de bienestar psicológico significativamente menor que la del resto del mundo.

* Los resultados muestran que no existiría relación entre los niveles de preocupación y la solidaridad activa, por ejemplo a través de donaciones o participando en manifestaciones.

* Se observó un deterioro de la salud mental en los días en que la guerra tuvo una presencia especialmente fuerte en las redes sociales.

Ciertamente, el estudio centrado en la salud mental añade una dimensión adicional al debate sobre las consecuencias humanitarias, políticas y económicas de la guerra. Si bien el bienestar de la gente era estable antes de que estallara la guerra, hubo una crisis colectiva el día de la invasión rusa. Sin embargo, cuando examinaron la cuestión de la recuperación de las personas de este shock, los investigadores encontraron diferencias sistemáticas. En comparación con las personas que tenían una personalidad estable, aquellas que tenían una personalidad más vulnerable y menos estable no se habían recuperado un mes después del comienzo de la guerra.

Además de las consecuencias obvias de la guerra, como el flujo de refugiados y la interrupción de las cadenas de suministro, hay dimensiones menos obvias: el impacto de las noticias y las imágenes diarias en la psique. Los datos indican que los actores políticos y sociales también deberían centrarse en las consecuencias en la salud mental de las crisis, especialmente en el caso de las personas que son más vulnerables al estrés.
 

Por Dr. Franco Bastias
Investigador Universidad Católica de Cuyo y Conicet